Ecuador se acerca a una nueva jornada electoral clave: la Consulta Popular y Referéndum. El país deberá decidir sobre tres reformas a la Constitución de 2008 y, de manera crucial, sobre la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para crear una nueva Carta Magna. En diálogo con Manavisión Plus, el abogado Juan Carlos Izurieta adviertió que la promoción del ‘Sí’ y el ‘No’ ha primado la polarización sobre los argumentos técnicos.
-Abogado Izurieta, desde su perspectiva, ¿cómo se ha manejado la promoción del voto por el ‘Sí’ y el ‘No’ en esta campaña? ¿Han primado los argumentos o el simple apoyo o rechazo a la gestión del presidente?
En primer lugar, hay que recalcar que el voto no debe ser por aceptación o no de un mandatario. La situación que atraviesa el país es la que ha permitido que lleguemos a esta posibilidad de una Consulta Popular. Lo que debemos valorar es si la ciudadanía tiene claras las preguntas. Creo que hasta quienes nos dedicamos a leer los anexos y las preguntas tenemos dudas. Sí, creo que va a ser un proceso con bastantes interrogantes, pero por sobre todo, hay mucha desconfianza en la ciudadanía sobre qué podría pasar con esta nueva Asamblea y qué tipo de Constitución se va a crear.
-Tras su revisión, ¿qué inquietudes han surgido al momento de analizar las preguntas y los anexos? ¿Cuáles le generan más dudas?
Realmente inquietudes y dudas, todas. Hay tres preguntas de referéndum para hacer cambios a la Constitución vigente, pero la última pregunta es la convocatoria para una nueva Asamblea Nacional Constituyente, es decir, para que se cree una nueva Constitución. Entonces, ¿qué va a pasar con las tres primeras preguntas? Imagínese que la oposición tenga mayoría en esta Asamblea Nacional Constituyente, ¿tendrán la obligación de tomar en cuenta esas preguntas que tenían como finalidad reformar la Constitución de 2008 o tomarán decisiones totalmente contrarias? Yo sí creo que se adelantaron un poco. Debió haber sido una sola pregunta: la convocatoria a la Asamblea. Hacer reformas en esta instancia creo que es innecesario.
-En cuanto al contenido, se plantea reducir el número de asambleístas y el tema de la base de Manta. ¿Cuál es su lectura sobre el planteamiento de estos temas?
Estamos pensando en reducir el número de asambleístas, pero ni siquiera sabemos qué clase de modelo de legislativo queremos tener. ¿Queremos una cámara bicameral o seguir con el modelo actual? También se habla del tema de la base de Manta, pero aún no se ha discutido en la próxima Constitución, de ganar el ‘Sí’, qué tipo de modelo de soberanía quiere tener el país. Creo que nos hemos puesto primero los zapatos y luego las medias en esas tres primeras preguntas.
-¿Cómo evalúa la participación de quienes promueven el ‘No’ y de quienes promueven el ‘Sí’ en esta rápida campaña electoral?
Creo que no se está buscando que el ciudadano esté informado. Lo que se busca es fragmentar más y polarizar más al país, cuando se supone que estamos convocando a un pacto social, a un nuevo contrato social. Lo que deberíamos encontrar es verdadera participación ciudadana y estar mucho más informados para participar de ese nuevo proceso constituyente.
-El presidente Daniel Noboa ha tenido éxito en elecciones previas. Si gana la consulta, a pesar del descontento por la seguridad, la salud y la situación económica, ¿a qué le atribuye usted este fenómeno?
Los ciudadanos queremos gobernabilidad, y hay un presidente legítimamente elegido, democráticamente, y queremos que el gobierno se mantenga. Pero, además, hay una situación de carácter extraordinario: una grave crisis institucional y de inseguridad. El país lo que no quiere es mantenerse inmóvil, sino que requiere de cambios.
Ante eso se ha propuesto esta nueva Asamblea, y la ciudadanía dice “bueno, ya quizá no queremos este sistema garantista de la Constitución de 2008”. Queremos una Constitución con alguna política criminal que genere resultados que permitan a la gente tener mayor seguridad. Ahora, veamos si los resultados van a ser eso, o si se va a hacer una Constitución con un traje y una medida para una gente partidista y no para la ciudadanía.
-Volviendo al tema de los anexos, la pregunta cuatro plantea la posibilidad de instalar una Asamblea Constituyente. ¿Qué rol tendría la actual Asamblea Nacional que continuaría en funciones mientras se construye una nueva Constitución?
No cabe que existan dos organismos paralelos, el uno que va a crear una nueva Constitución y el otro que está legislando. La Asamblea Nacional tiene que hacerlo en armonía con la Constitución vigente, que pronto va a ser derogada. Eso rompe totalmente el principio de seguridad jurídica en la cual la norma tiene que ser previa. ¿Cómo pueden legislar si no saben cuál va a ser la norma previa? Se debe analizar seriamente la posibilidad de que no continúe la Asamblea actual y se mantenga solo la Asamblea Nacional Constituyente.
-¿Cree usted que la Asamblea Constituyente podría declararse de plenos poderes, a pesar de que la convocatoria no lo establezca, como ocurrió en 2008?
Ya tenemos la experiencia de 2008. La Asamblea Nacional de Montecristi no era de plenos poderes, pero se declaró de plenos poderes, inclusive tuvo aprobación del Congreso y disolvió al Congreso. Todo puede pasar en este escenario. Las reglas ya están sobre la mesa, pero no son claras, y esto podría pasar. Ahora, la discrepancia en esa época era con el Congreso Nacional; ahora la discrepancia es con la Corte Constitucional. Veamos qué pasa con la Corte Constitucional también.
-Se habla de la reducción del número de asambleístas, que tiene gran apoyo ciudadano. ¿Será la solución reducir asambleístas sin ver la calidad de los requisitos para serlo?
Definitivamente no. Ya estamos en la época de la post-verdad, donde lo que de verdad da soluciones es menos importante que lo que la gente quiere escuchar. La pregunta se ha planteado porque la gente quiere escuchar que hay que reducir el número de asambleístas, pero en el mismo reglamento la calidad de los asambleístas es igual a la que siempre se ha mantenido. Yo les diría a quienes hacen las preguntas: ¿Por qué no envían una pregunta que diga que se reduzca el número de asesores? Y se mejora la calidad de los asambleístas.
-¿Qué se debió proponer para mejorar la calidad de los constituyentes?
Dar mayores requisitos, que sean personas con experiencia profesional, con experiencia en diversos ámbitos, como salud, educación, o conocimientos de carácter jurídico. Y que tengan una edad madura para que no solo tengan buenos estudios, sino experiencia previa en el ámbito público para que ese conocimiento de cómo funciona el Estado se ponga a disposición de esta nueva Asamblea Nacional. Lo que quiere mantenerse es gente, yo creo, en muchos casos, manipulable, manejable, para poder hacer una Constitución que sea un traje a la medida, como fue la de 2008 y como pretenden que sea esta.
-¿Cree usted que los partidos y movimientos políticos asumirán un rol responsable en la elección de los constituyentes, o seguiremos viendo más de lo mismo, priorizando la visibilidad en redes sociales?
Yo tengo serias dudas, pero también tengo la esperanza de que estos partidos que van a tener una incidencia directa cuenten definitivamente con personas que puedan aportar. Si quieren personas que solo alcen la mano y no cuestionen nada, pues seguirán con el mismo modelo de elección de candidatos. Si quieren una Constitución de calidad, pondrán buenos cuadros.
-La conformación territorial genera preocupación, con la mayoría de provincias teniendo solo un constituyente, y concentrando el poder en las fuerzas nacionales. ¿Esta distribución puede condicionar la diversidad de voces?
Definitivamente, la concentración del poder, manifestada en la conformación de una nueva Asamblea Nacional Constituyente, genera más concentración de poder. Obviamente, las fuerzas nacionales van a imponerse sobre las fuerzas territoriales y la participación va a ser mucho más limitada cada vez. Yo creo que eso es antidemocrático y debería ser analizado. Ahora ya es muy tarde porque vamos a votar por la pregunta con ese anexo.
