El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), en coordinación con el Ministerio de Salud Pública (MSP), ha puesto en marcha la “Jornada Nacional de Brigadas Integrales Personalizadas”. Esta iniciativa, que comenzó a principios de octubre, tiene una duración proyectada de tres meses. Su objetivo principal es cubrir a la totalidad de la población penitenciaria del país. De este modo, se garantiza un acceso más oportuno y digno a los servicios de salud.
Según informó el SNAI, este esfuerzo representa una nueva fase en la gestión sanitaria carcelaria. Si bien la atención en los policlínicos de los centros con mayor hacinamiento continúa para el tratamiento de enfermedades crónicas, este plan busca una intervención más individualizada. Para ello, el MSP ha diseñado un circuito médico móvil que se instala temporalmente en los patios de los pabellones. Así se permite que los internos sean atendidos de forma secuencial y ordenada.
Circuito médico bajo custodia
El procedimiento en cada pabellón inicia bajo un estricto control de seguridad. En esta primera fase, denominada “prontuario”, personal de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria realiza la identificación de cada PPL (Persona Privada de Libertad) y coteja su historial médico. Los internos son extraídos de sus celdas y trasladados al patio donde se instala el circuito. Esta acción permite a las autoridades verificar la identidad de cada paciente y asegurar la integridad del personal médico.
Una vez superado el filtro de seguridad, el segundo punto es la verificación clínica, donde se asegura la trazabilidad del proceso. Inmediatamente, en el tercer punto, el PPL accede al área de estadística médica. Un equipo técnico levanta la ficha clínica individual, realizando la toma de signos vitales, presión arterial, talla y peso. Esta información, esencial para el diagnóstico, se registra digitalmente para fortalecer el sistema de control sanitario del SNAI.
El SNAI trabaja para tención, diagnóstico y prevención de enfermedades
El cuarto punto es el núcleo de la atención: la consulta de medicina general. Profesionales del MSP realizan valoraciones clínicas personalizadas, emiten diagnósticos y formulan los tratamientos. En esta fase también se gestionan las derivaciones a especialidades para PPL que requieran seguimiento continuo. Así se fortalece la atención preventiva y la respuesta ante enfermedades crónicas.
Como quinto punto, los internos avanzan a la estación de farmacia. Allí reciben de manera inmediata los medicamentos recetados durante la valoración, un paso clave para promover la adherencia terapéutica. La jornada médica culmina con una fase crucial de salud pública: vacunación y tamizaje. En esta estación se aplican dosis contra el COVID-19 y el tétanos. Además, se realizan pruebas de detección rápida para VIH, sífilis, hepatitis B y C, complementadas con tamizaje de esputos para la detección de tuberculosis.
