A tan solo días de que la ciudadanía acuda a las urnas para votar en el Referéndum y Consulta Popular, el ambiente político está marcado por la polarización. En diálogo con Manavisión Plus, el ingeniero Nesdky Bello analizó qué tan determinante es la campaña oficial, cómo se refleja el apoyo al Gobierno, y si propuestas como la eliminación de la prohibición de establecer bases militares extranjeras realmente van a resolver la inseguridad que lacera a los ecuatorianos. Además, proyectó el escenario que se abriría en una potencial Constitución.
-Ingeniero, ¿está la ciudadanía realmente informada e interesada en los resultados de la Consulta Popular y el Referéndum de este domingo 16 de noviembre?
Normalmente, en la semana previa a la elección, yo creería que por lo menos un 80% de la población nacional ya tiene definida o conoce la tendencia a la cual se va a manifestar el día domingo 16 de noviembre. Pienso que, aunque ustedes no lo crean, existe un interés bastante significativo por parte de la gente, principalmente por dos ejes: los temas de seguridad y los temas económicos. El Gobierno está planteando que esta consulta es el camino para encontrar soluciones, y la gente está a la expectativa, máxime cuando la ciudadanía ha demostrado tener bastante paciencia con el tema de la falta de liquidez en el país y los problemas cotidianos que esto genera.
-¿Cómo evalúa el desenvolvimiento político de la campaña? ¿Se impone la tendencia oficialista o los sectores que promueven el ‘No’ han logrado equilibrar el debate?
Una campaña de este tipo, que la plantea el Gobierno, siempre va a tener una posición en contra, y eso lo estamos viendo. Hoy en día estamos viviendo un momento político que está polarizado en el país. El Gobierno es un referente claro de la derecha, y en la otra acera tenemos una posición que es un referente de la izquierda. Quienes están en el centro poco o nada pueden sumar a esta polarización. Por eso ustedes notan que quien ejerce realmente la promoción del voto por el ‘Sí’ es el Gobierno, ya que muy poca gente distinta a la tendencia o línea política del movimiento oficialista lo está haciendo.
Lamentablemente, en un referéndum, la votación siempre va a reflejar la aceptación del Gobierno, la aceptación del Presidente en esos momentos. En buena hora, para mi concepto, el presidente todavía está en un buen momento de aceptación, lo que le da un margen para poder obtener los objetivos deseados y los cambios para poder gobernar bien.
-¿Qué tan determinante será el llamado que hacen partidos políticos o movimientos sociales, como el indígena, en la decisión final del ciudadano este domingo?
Yo diría que poco o nada van a ser determinantes. Esos movimientos políticos son puntuales. Principalmente el movimiento indígena, que viene de haber realizado una paralización parcial en el país, sobre todo en la sierra norte, y que arrojó resultados negativos para ellos y fue visto mal por el resto del país, especialmente por las ciudades y provincias que resultaron afectadas por el paro. Créanme que van a tener un rechazo rotundo, y cada día más tienen menos apoyo.
En cuanto a la influencia, yo creería que casi nada van a lograr influenciar los movimientos y partidos políticos, ya que, como le decía, tenemos hoy en día una polarización de fuerzas políticas en el país, y el resultado se va a reflejar en quién imponga más presencia y quién tenga hoy día el liderazgo en el país, que es el que va a predominar el día 16, la votación a favor de esa tendencia.
-Una de las preguntas más sensibles es la eliminación de la prohibición de bases militares extranjeras. ¿Qué tanto, verdaderamente, esta medida va a contribuir a hacer frente a la inseguridad lacerante que vivimos los ecuatorianos?
La seguridad que existe en el país no se debe solamente a problemas internos, sino también a problemas externos. Influye a nivel internacional el tema del narcotráfico, el contrabando y la minería ilegal. En este contexto, no vamos a poder solos. Estamos necesitando esta alianza, necesitamos bases extranjeras que vengan a colaborar, principalmente en las costas ecuatorianas, donde se facilita el contrabando.
Mire cuán desprotegidos están nuestros pescadores, sean estos artesanales o de pesca mayor. Ellos salen a trabajar y no saben si van a regresar con vida, con su pesca o si les van a robar sus propios motores porque no hay un control efectivo en la costa. Yo pienso que es el momento de que el país, que quiere paz, tranquilidad y seguridad, se manifieste a favor de esta colaboración.
-Sobre la base de Manta, se han comentado posibles abusos en su momento. ¿Qué garantías existen de que las nuevas bases se sometan a la justicia y leyes ecuatorianas?
Es fundamental aclarar que ninguna base militar en ninguna parte del país llega a incumplir las leyes que existen en ese país, y el Ecuador no es la excepción. Si vienen bases militares, vienen en base a tratados internacionales con normas y reglamentos, y tienen que cumplir las reglas y las leyes del país, en este caso, el Ecuador. En el momento en que los miembros de estas fuerzas salen de las bases, tienen que responder ante la ley.
No es como dicen que hubo total impunidad. Obviamente, hay testimonios, pero ¿qué credibilidad tienen si nunca hubo un tema puntual comprobado? Mire cuánta gente se benefició, se desarrolló. Los manabitas, y en particular los mantenses, vivimos y palpamos la realidad de lo que fue la base en Manta, más cuando dejaron una inversión importante, como la pista aérea, una de las más seguras y mejores de Latinoamérica, en la que invirtieron más de 70 millones de dólares.
-Las encuestas son favorables al Gobierno. ¿A qué atribuye usted un potencial triunfo en todas las preguntas? ¿La gente está dispuesta a pasar por alto la falta de servicios básicos y la crisis social a cambio de cambios legales?
Yo veo que esto no es un tema del Gobierno ni del presidente, sino más bien un tema nacional de la ciudadanía que quiere un cambio, especialmente la gente joven. Este es un cambio de generación en el país. Los dos problemas más importantes hoy día son la inseguridad y el tema económico, donde no hay fuentes de trabajo.
El Gobierno se vio obligado a ir a una Consulta Popular porque, por más que tuvo una Asamblea a su disposición, se encontró con una Corte Constitucional que no le aprueba las leyes. Entonces, es necesario ir a una Constituyente porque hay cambios radicales que hay que hacer en una Constitución donde vemos que las leyes benefician a los PPL, benefician a los delincuentes, y no así protegen al ciudadano común.
-Hablemos de la pregunta B: la eliminación del fondo partidista. ¿Verdaderamente esta pregunta soluciona algo en el país o es una ‘pregunta gancho’ para conquistar a la gente y promover el ‘Sí’?
Obviamente, para ganar una Consulta Popular, más si va a una Constituyente, debe tener preguntas que soporten y den fortaleza a la pregunta más importante. Hay una ventaja: las preguntas de Referéndum son de aplicación inmediata. Si se gana la Constituyente, en cambio, tenemos que ir a una elección, luego a la redacción y posterior aprobación, lo cual demoraría mucho tiempo. En la pregunta B, ¿quién no va a estar de acuerdo con eliminar estos fondos? Usted ve la cantidad de movimientos políticos que hay a nivel nacional, y dice, ¿para qué tanto movimiento? Se crearon justamente para tener estos fondos partidistas, y han sido mal utilizados. La finalidad era fortalecer a los movimientos y preparar a líderes políticos futuros, pero no han hecho absolutamente nada, más bien han malversado los fondos, beneficiando a unos pocos. Esto representa un ahorro importante para el país.
-La pregunta C plantea reducir el número de asambleístas de 151 a 73. ¿No podría esto ser una camisa de fuerza si en la Constituyente se decide reestructurar profundamente el Legislativo, por ejemplo, creando un sistema bicameral?
Justamente, el Poder Legislativo, la Asamblea, nunca ha estado bien vista por el país. Hay mucha gente que dice que extrañamos lo que era el Congreso, donde sí había verdaderos legisladores. En cambio, con la Constitución de 2008 pasamos a una Asamblea, y ahora estamos en 151 asambleístas. Hay que ponerle un freno a eso. Más bien, el número es lo de menos; lo crucial es la calidad de asambleísta que debería también regularizarse. Si gana esta pregunta, se bajaría a 73 asambleístas, incluyendo los del exterior, una reducción de casi el 50%.
-De ganar el ‘Sí’ a la Constituyente, ya se barajan nombres como Diana Salazar o Luisa González. ¿Cómo proyecta el escenario para la elección de Asambleístas Constituyentes?
De ganar el ‘Sí’ este domingo, tendríamos que ir a las urnas para elegir los Asambleístas Constituyentes. Ya se mueven las fichas buscando los mejores perfiles, tanto en preparación académica como en conocimiento y popularidad. Vemos el perfil de una Diana Salazar, que fue Fiscal General de la Nación, reconocida por todo el país por su trabajo, incluso internacionalmente. Ella ya no está en la Fiscalía, ella es libre de ser candidata. Una Constituyente es el espacio donde tienen que ir los mejores perfiles para cambiar las leyes que regulan este país en temas de seguridad y economía, que son los que plantea principalmente el Gobierno.
-En el caso Manabí, ¿cree que la provincia cambiará su forma de votar este domingo y en la potencial elección de constituyentes?
Para la provincia es una oportunidad histórica ir a una nueva Constitución. En Manabí tenemos un problema gravísimo que es el tema hídrico. Somos la única provincia del país que depende del invierno para tener agua en nuestras represas. Manabí debe ir a un cambio de matriz productiva; tenemos que fortalecer el agro y la agroindustria. Esto se puede lograr con una nueva Constitución. Como manabitas, tenemos que saber elegir constituyentes para que ellos vayan realmente a luchar y a pelear por la ventaja de Manabí. El problema hídrico es gravísimo, y necesitamos un nuevo organismo que regule el tema en la provincia para poder desarrollarnos.
-Para concluir, usted mencionó que el método de elección (D’Hondt) va a polarizar la votación. ¿Veremos un escenario de mayor representación o solo de dos grandes bloques?
Lamentablemente, el método de elección que es el método D’Hondt va a preferir a quien va a sacar mayores votos, aquí no hay minorías. Se va a polarizar la votación; solo van a existir dos tendencias fuertes. Quizás en las provincias donde solo se elige un constituyente pueda surgir un movimiento local, pero en el resto, tenga la seguridad que el tema es polarizado: irá el Gobierno seguido por la Revolución Ciudadana.
El método de elección en este país se debe de cambiar, pero los partidos y gobiernos se benefician de tener una consolidación. Aquí en Manabí, esperamos que el Gobierno a través de ADN ponga perfiles que tengan preparación y, como dije, que tengan un espíritu manabita que vayan realmente a defender los intereses de la provincia.
